Métodos para mantenerse en movimiento

La gimnasia en casa después de los 60 no consiste en ir al gimnasio, sino en moverse de forma consciente en un entorno cotidiano. Seis actividades diferentes ayudan a mantener la forma física, la flexibilidad y un buen ánimo sin salir de la rutina del hogar. Cada ejercicio se describe detalladamente, con consejos sobre la técnica y las sensaciones en las que debes fijarte.

1. Ejercicio matutino “Despertar del cuerpo”

Los primeros cinco–diez minutos tras levantarse son ideales para un estiramiento ligero.

  • Párate al lado de la cama, inhala profundamente y estira los brazos hacia el techo.
  • Inclínate suavemente hacia adelante, intentando tocar el suelo sin brusquedades.
  • Rota los hombros hacia adelante y hacia atrás 8–10 veces.
  • Realiza 5 sentadillas lentas sujetándote del respaldo de una silla.

Beneficios: Mejora la circulación, activa el cuerpo, calienta suavemente la columna y los músculos de las piernas.

2. Tareas domésticas como entrenamiento

Cualquier limpieza o preparación de alimentos puede convertirse en una mini-sesión de ejercicio.

  • Limpiar ventanas con grandes movimientos de brazos.
  • Barrer el suelo dando pasos amplios y usando el tronco.
  • Levantar objetos ligeros (libros, cojines) agachándose correctamente.

Consejo: Respira de forma controlada: inhala al hacer esfuerzo y exhala al regresar. Así fortalecerás el core y los brazos sin equipamiento adicional.

3. Paseo en el patio “Cardio a tu ritmo”

Caminar sin prisa es la forma más accesible de añadir carga cardiovascular.

  • Camina a paso constante durante 20–30 minutos, manteniendo un ritmo que permita conversar, pero no cantar.
  • Cada cinco minutos, detente y estira las piernas apoyándote en una pared o banco para estirar los talones.

Efecto: Fortalece el corazón y los pulmones, y mejora el estado de ánimo gracias a la liberación de endorfinas.

4. Trabajo de jardín

Regar, deshierbar y cosechar son excelentes ejercicios para la espalda, los brazos y las piernas.

Técnica de seguridad:

  • No te inclines de forma brusca: agáchate y enderézate apoyándote en un punto de apoyo.
  • Usa guantes ligeros y rodilleras al trabajar en cuclillas.

Beneficios: Cambio dinámico de posiciones, carga moderada sobre grandes grupos musculares y contacto con la naturaleza, lo que reduce el estrés.

5. Ejercicios de equilibrio

Movimientos sencillos que mejoran la coordinación y reducen el riesgo de caídas.

  • Párate sobre una pierna sujetándote del respaldo de una silla: mantén 20–30 segundos y cambia de pierna.
  • Camina en zigzag entre marcas en el suelo para entrenar el enfoque y el control del tronco.

Beneficios: Fortalecen los músculos estabilizadores, mejoran el equilibrio y la confianza al caminar.

6. Relajación vespertina en movimiento

Antes de dormir es útil una gimnasia ligera para aliviar tensiones.

  • Balancea el tronco de un lado a otro 10 veces.
  • Estira el cuello bajando la barbilla al pecho y luego gira la cabeza lentamente a ambos lados.
  • Rota los tobillos y las muñecas en círculos durante 15 segundos en cada dirección.

Efecto: Mejora el sueño, relaja los músculos y facilita la transición al descanso.


Incorporar estas seis actividades sencillas en la rutina diaria permite mantener las habilidades motoras, cuidar la salud de articulaciones y músculos, y disfrutar de cada movimiento. Lo esencial es la regularidad, la conciencia corporal y prestar atención a las sensaciones personales.